El modelo formativo Flipped Classroom

Si estáis de algún modo relacionados con la docencia, seguramente habréis oído hablar del modelo formativo conocido como Flipped Classroom.

Dicho modelo consiste, básicamente, en “darle la vuelta” al formato tradicional de las clases presenciales, dejando que sean los alumnos quienes preparen por su cuenta el temario antes de la clase, empleando el tiempo lectivo posterior en resolver las dudas que les hayan podido surgir y en la realización de ejercicios prácticos.

Los inicios de Flipped Classroom

Aunque todavía poco conocido e implantado en España, esta estrategia docente se originó a principios de este siglo XXI, pero ya se venía desarrollando desde mediados de los noventa. Salman Khan, creador de Khan Academy y precursor de los actuales MOOCs, fue de los primeros en poner en práctica este modelo en 2004, cuando comenzó a grabar vídeos educativos para un sobrino al que daba clases, ya que consideraba que, de este modo, podría saltarse aquellas partes que ya dominaba a la par que podía repetir una y otra vez aquellas en las que todavía andaba flojo.

Cómo funciona el modelo Flipped Classroom

Por lo general, una Flipped Classroom comenzará con la grabación de un vídeo por parte del profesor, acompañado generalmente de algún ejercicio sencillo (tipo test, por ejemplo) presentado en formato online y, por lo general, autocorregible, que ayude al alumno a afianzar sus conocimientos.

Este vídeo se pondrá posteriormente a disposición de los alumnos, quienes podrán visionarlo tantas veces como deseen, con la idea de prepararse para poder participar en la clase posterior, ya sea en formato presencial u online.

En dicha interacción posterior con el profesor, el alumno estará preparado para preguntar dudas que le hayan podido surgir, participar en debates relacionados con el tema en cuestión con sus compañeros, o realizar ejercicios o proyectos.

El ALUMNO en el modelo Flipped Classroom

Obviamente, este formato exige un esfuerzo y un compromiso por parte del alumno, ya que si un alumno no ha visto el vídeo antes de la clase, todo el proceso puede verse afectado, obligando al profesor a volver sobre temas que ya consideraba estudiados. De hecho, esta es una de las características principales del modelo de Flipped Classroom, como menciona Educause en su breve estudio acerca del tema, publicado en 2012: este formato coloca buena parte de la responsabilidad del aprendizaje sobre los hombros de los alumnos, a la vez que los motiva a experimentar.

Tal y como se afirma en el mencionado informe, los propios alumnos pueden dirigir las actividades, y la comunicación entre ellos es clave para determinar la dinámica de la clase posterior.

Con el modelo de Flipped Classroom se produce un cambio significativo en las prioridades, pasando de la tradicional “clase magistral” en la que el docente se limitaba a exponer el temario en clase con poca o nula interacción por parte de sus estudiantes, a un sistema en el que el propio alumno debe trabajar por su cuenta hasta llegar a dominar la materia de estudio.

El DOCENTE en el modelo Flipped Classroom

A pesar de esto, este método de enseñanza requiere también de un esfuerzo extra por parte del docente, que deberá no sólo preparar los vídeos y materiales con los que va a trabajar, sino que deberá también estar preparado para las posibles incidencias que puedan surgir en el posterior intercambio de ideas con los alumnos.

Sin embargo, no me cabe duda de que, con los continuos avances que se están viendo en los ámbitos de la formación online y en el mundo audiovisual y de las comunicaciones, la formación online estará cada vez más presente en el futuro; y el formato de Flipped Classroom parece un sistema ideal para trabajar hacia una mayor capacidad de análisis y pensamiento crítico por parte de los alumnos.

¿Qué opinas del modelo de Flipped Classroom? ¿Alguna vez has tenido ocasión de trabajar con él, ya sea como alumno o como profesor?