Cómo utilizar la domótica en el hogar

La domótica en el hogar es una disciplina tecnológica que está en pleno desarrollo en estos momentos. Antes de hablar de las aplicaciones prácticas que tiene esta rama de la técnica, vamos a definir brevemente qué es la domótica en el hogar.

Domótica viene de la palabra latina domus, que significa casa, y de la palabra griega αὐτόνομος, autónomo (“que se gobierna a sí mismo”). En sentido amplio, la domótica es todo lo relativo a la automatización del hogar. En un sentido más estricto y acotado, que es el que aquí nos interesa, la domótica está formada por aquellas aplicaciones que permiten gestionar de forma automatizada y controlada todos los servicios básicos que tenemos en un hogar: calefacción, seguridad, comunicaciones, iluminación, puertas, persianas y cualquier otro elemento que pueda ser domotizado.

Aplicaciones y usos de la domótica en el hogar

La domótica para el hogar tiene un sinfín de posibles aplicaciones dentro del hogar. La podemos agrupar en las siguientes áreas.

Seguridad

En el terreno de la seguridad, mediante aplicaciones domóticas, podemos controlar sistemas de alarma y de videovigilancia: sensores, cámaras, detectores de presencia, etc. También podemos hacer instalaciones de teleasistencia o cerrar y abrir puertas a distancia.

Iluminación

La domótica puede ser un gran aliado para hacer una gestión más inteligente de la iluminación de nuestro hogar. Podemos programar el encendido y apagado de luces en general, regular la intensidad de la iluminación según las necesidades de cada espacio o adaptar la iluminación artificial al nivel de la iluminación ambiental, para aprovechar más la luz diurna.

Climatización

Podemos tener una instalación automatizada y encender equipos de calefacción o climatización de forma automática o a distancia. La climatización se puede regular mediante termostatos para que se activen a una determinada temperatura.

Electrodomésticos

Con aplicaciones domóticas podemos controlar el encendido o apagado de nuestros electrodomésticos. Podríamos activar, por ejemplo, el encendido de la lavadora si está conectada a un enchufe conectado a la red Wi-Fi. También podríamos activar el horno o el microondas al salir del trabajo para que nos encontremos la comida hecha cuando lleguemos a casa.

Las posibilidades son infinitas gracias a internet y al juego que dan los enchufes Wi-Fi, que podemos controlar desde fuera del hogar.

Las instalaciones domóticas tienen un amplio campo para su desarrollo. No solo están presentes en los edificios nuevos. También tienen grandes posibilidades en los edificios antiguos. Los fabricantes, ingenieros e instaladores son cada vez más conscientes de que es necesario integrar esta disciplina en el diseño y construcción de edificios.

La domótica tiene grandes ventajas:

1) Contribuye notablemente a reducir nuestra factura de la luz, lo que implica tener un hogar más ecológico

2) Facilita la vida de las personas con discapacidad, ya que pueden automatizar determinadas tareas cotidianas como levantar persianas, sistemas de riego o encendido de farolas

3) Contribuye a mejorar el nivel de confort de los hogares.

Si te gusta la tecnología y las instalaciones, estudiar domótica puede ser una gran opción profesional. En esta disciplina, informática, telecomunicaciones e instalaciones se unen profesión moderna y con gran futuro.

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