SHISEI es una palabra japonesa compuesta de dos vocablos:
- Shi, que significa: la figura, la postura, la forma exterior, el equilibrio…
- Sei, que significa: la energía, la vitalidad, la presencia, la disponibilidad…
Shisei, es la disposición del cuerpo, de la mente y del ánimo, que adopta una persona frente al peligro, la agresión, el conflicto, o las situaciones complicadas, con el fin de transmitir na impresión de seguridad y calma en sí mismo, a los otros.
Para adoptar la actitud Shisei se ha de tener en cuenta la postura del cuerpo y la actitud mental y anímica.
El cuerpo ha de mantener:
- Una posición vertical y estable pero no desafiante
- El tono muscular distendido (ni rigidez ni flacidez)
- El control de la respiración (profunda y lenta e imperceptible)
- La expresión facial serena que no refleje miedo ni hostilidad. Quietud en los ojos y mirada tranquila.
- El tono de voz firme y tranquilo
La mente permanece con todos los sentidos alerta para captar los mensajes que provienen del otro, y del entorno.
- Sin programar respuestas antes de conocer las preguntas
- Adoptando un espíritu de apertura al entendimiento mutuo
- Libre de todo temor, prejuicio e intención o deseo compulsivo.
- Vacía de todo pensamiento para que aflore la intuición capaz de captar lo que aún no se ha manifestado.
El ánimo en estado de calma, confianza, determinación, no-miedo, y junto con el cuerpo y la mente, los tres componentes, dispuestos a la acción inmediata.
Shisei expresa la actitud global de la persona, acorde con la cultura japonesa y su concepción de la unidad del cuerpo y de la mente, y determina el comportamiento inmediato más favorable, en cuanto al modo de relacionarse con los demás e irradiar confianza, respeto , serenidad, valor, seguridad, etc.
Nunca hemos de olvidar que todo cuanto siente, piensa y quiere una persona se refleja en su forma de estar y de comportarse, y tal información la comunica, incluso cuando la quiere ocultar.
Toda crispación o rigidez en el cuerpo manifiesta falta de confianza, inseguridad, e intención defensiva, preocupación, miedo, disgusto, etc.
Adoptar una buena disposición “cuerpo – mente” nos aporta:
- Sentirse tranquilo con lo que nos implica, y al mismo tiempo libre y desprendido de toda atadura.
- Permanecer alerta y disponible en todo momento.
- Captar la realidad tal cual es, y evaluarla objetivamente.
- Comportarse con serenidad y confianza.
- Intuir o captar las intenciones ocultas.
- Identificar y neutralizar los ataques camuflados.
- Descubrir los fallos de los otros.
- Dar la mejor respuesta en cada momento.
- Causar la impresión deseada en los demás.
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