Entrevista al diseñador energético del CIEM, el primer edificio cero de Aragón

Manuel Sánchez Iturbe, nos muestra el primer “edificio cero emisiones de Aragón”, como diseñador de sistemas y soluciones de eficiencia energética. Este edificio, actualmente en uso como centro de incubación empresarial, está situado en Zaragoza dentro de la Milla Digital.

Posee las tecnologías más vanguardistas para conseguir el objetivo: emitir cero emisiones. Usando fuentes renovables para producir la energía demandada y limitando la demanda de energía a la energía generada.

Los creadores del proyecto de este edificio han conseguido este gran reto comenzando por definir una eficiencia energética arquitectónica, diseñando el edificio con una forma cúbica y compacta. La envolvente edificio consta de una doble piel formando una cámara de aire entre el exterior y el interior del edificio. Los huecos de fachada son más amplios en las caras Sur y Este; y más reducidos en las caras Norte y Oeste. Consiguiendo máximo aprovechamiento de la luz solar, junto al lucernario existente en la cubierta. Para favorecer la entrada de luz, los alzados Sur y Este se solucionan con una estructura vertical más liviana de acero. Y para proteger del frío las caras Norte y Oeste se usan muros de termoarcilla. Los forjados de losa de hormigón, lo que da gran inercia térmica al edificio. Con estos y otros criterios bioclimáticos se reduce la demanda de energía.

Las fuentes energéticas para acondicionar el espacio son renovables. Se emplea un sistema de geotermia por aire, tomando aire del exterior y haciéndolo pasar por tubos canadienses bajo tierra. Básicamente estos tubos hacen de intercambiador de calor entre el aire tomado del exterior y la tierra del subsuelo, enfriando o calentando el aire según sea verano o invierno, ya que la temperatura del subsuelo es constante entre 10 y 15ºC. Con lo que con una bomba de calor geotérmica de 60KW es suficiente para acondicionar los espacios habitables del edificio, aportando el calor o el frío necesario al aire obtenido de los tubos canadienses.

Además el aire es 100% ventilado, esto con otro sistema de climatización sería inimaginable. Una vez acondicionado el aire, la difusión se realiza por desplazamiento a baja velocidad a través del suelo técnico, consiguiendo un ahorro de energía, además de un confort térmico.

Otras fuentes de energía instaladas en el edificio son las placas fotovoltaicas colocadas en las fachadas Sur y Este, y en cubierta. Además de tres aerogeneradores de Mini-eólica. Como contrapartida estas dos instalaciones, actualmente no se encuentran en funcionamiento por falta de agilidad en los trámites de producción de electricidad debido a la legislación actual. Otro aporte energético se genera en una caldera de biodiesel, aunque el abastecimiento del biocombustible se encuentra en serios problemas, ya que la producción en España de Biodiesel está prácticamente extinguida.

Para lograr una racionalización de consumo, se debe realizar una correcta gestión energética. Esto se consigue con dispositivos colocados en el exterior e interior del edificio. Tales como mecanismos de apertura y cierre de lucernario, anemómetro, sensor de lluvia, mecanismo de oscurecimiento del lucernario, ect. De cara a los espacios habitables la iluminación se controla con sensores de detección de presencia e intensidad lumínica y sensores de temperatura.

Como balance final, apreciando el histórico de temperaturas en el exterior e interior del edificio en los últimos años, los resultados obtenidos con estas tecnologías aplicadas son óptimos. Los máximos rendimientos se obtienen en los días más calurosos de verano y los más fríos de invierno, existiendo una mayor diferencia de temperatura entre el aire a la entrada y salida de los tubos canadienses.

La conclusión que podríamos obtener sobre la aplicación de un “edificio de cero emisiones”, es que a la hora de plantear un proyecto, la arquitectura vaya ligada a las instalaciones. Con esta premisa ya se parte con unos criterios bioclimáticos que facilitan en gran medida el diseño de las instalaciones. En este caso se integra la geotermia con la acumulación térmica del edificio entre otros, pero las posibilidades que ofrecen las fuentes de energía renovables son innumerables.