Metodología Agile en el desarrollo de software

El mundo es cada día más cambiante y todo ocurre cada vez más rápido. Lo que hoy es válido mañana no lo es, y las soluciones a los problemas se requieren para el momento. Esto también ocurre en la industria del Software. Para dar respuesta a esta nueva realidad, se creó la metodología “agile” para el desarrollo de software.

La metodología “agile” es una forma de organizarse para acometer proyectos que requieren de rapidez y flexibilidad. Es una respuesta a los métodos de proyectos más pesados y burocráticos del pasado.

El objetivo es dar respuesta a las necesidades de unos clientes que cambian rápidamente.

Origen de las metodologías ágiles

En 2001 se reunieron en Utah (EEUU) los directivos de las principales empresas de desarrollo de software. La iniciativa partió de Kent Beck, ingeniero informático que dos años antes había publicado el libro Extreme Programming Explained, libro en el que se explicaban los principios de una nueva metodología de programación: la programación extrema.

De esta reunión de Utah, nació el conocido Manifiesto Agile que sentaría los principios y valores de esta forma de concebir el desarrollo del software.

Los valores que deben presidir una metodología agile de desarrollo son:

Se debe valorar más a los individuos que a los procesos o a las herramientas

Los procesos deben ser una guía para poder realizar un trabajo. Pero los procesos deben adaptarse a las personas y no estas a los procesos. Los defensores de los procesos a ultranza llegan a defender que con ellos se puede conseguir un gran resultado con cualquier desarrollador, sin que sea necesario la creatividad de los ingenieros, pero es justo al contrario. La innovación y la creatividad son más importantes que los procesos estrictamente definidos.

El software en funcionamiento es mejor que una documentación minuciosa

Es necesario testear y lanzar prototipos  para poder ver cómo funcionan las distintas partes del software en desarrollo. Así se generan ideas que permiten ir haciendo cambios a medida que se van desarrollando el software. La documentación exhaustiva del proyecto no tiene sentido antes de ver cómo funciona y responde a las expectativas.

Es preferible una colaboración con el cliente a una negociación contractual

El software se debe desarrollar colaborando con el cliente, que va a ser su usuario final. El contrato no aporta valor al proyecto; es más importante ir viendo cómo responde a las necesidades del cliente a medida que se va desarrollando. Esto permite ir haciendo ajustes y cambios durante la elaboración del software.

Es más importante reaccionar ante los cambios que seguir un plan estricto

Es preferible tener métodos de trabajo ágiles, que se adapten a unas circunstancias cambiantes y que puedan dar una respuesta eficaz a los nuevos retos, que tener un plan de trabajo minucioso y estricto concebido de antemano.

Estos cuatro valores del manifiesto Agile presiden los principios de la metodología ágil de desarrollo de software, que establecen que los programas informáticos debe aportar valor al cliente y se debe entregar en el menor tiempo posible, adaptando su desarrollo a un entorno cambiante.

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