Pues sí, dentro de nuestra trayectoria laboral en una organización podemos pasar por múltiples entrevistas, y cada vez es más habitual que las empresas lleven a cabo entrevistas de salida cuando un trabajador se marcha de la misma.
¿Para qué? Para mejorar la retención del talento.
Lo sé, la pregunta es más que obvia; si esa persona ya ha tomado la decisión de que se va de la empresa, difícilmente vamos a conseguir que se quede; así que, ¿cómo vamos entonces a conseguir retener el talento?
Estas entrevistas lo que persiguen precisamente es recoger información honesta y sincera sobre la experiencia de los trabajadores, a fin de conocer los motivos por los que las personas se marchan y tratar así de revertir la situación.
Escuchar a quien se va es la mejor forma de cuidar a quien se queda

Pero ¿En qué consiste exactamente esta entrevista de salida y por qué ha ganado importancia en los últimos años?
La entrevista de salida, también conocida como exit interview, tiene lugar cuando un colaborador decide dejar su puesto de trabajo en la empresa. Se trata de una entrevista donde el área de RRHH busca recabar información con preguntas clave acerca de los motivos que alentaron su partida, además de querer conocer cuál es la opinión que le ha quedado sobre la organización y el entorno de trabajo.
Respecto a las ventajas, entre otros factores, nos puede beneficiar en los siguientes aspectos;
- Permiten conocer la experiencia del empleado.
- Detectan causas reales de rotación: salario, liderazgo, cultura, clima laboral…
- Mejoran procesos internos: comunicación, gestión, formación, promoción…
- Fomentan una cultura de escucha activa.
- Refuerzan la marca empleadora.
Te podrás preguntar, aun así, si esta entrevista es realmente útil, ya que estimas que muchas de esas salidas puedan ser debidas a despidos o cuestiones personales del trabajador, donde poco o nada puede hacer la empresa. Si tenemos en cuenta los datos de Gallup (consultora empresarial de prestigio a nivel mundial), el resultado no puede ser más claro: el 52% de empleados creen que su salida pudo evitarse. Es decir, más de la mitad de las personas encuestadas y que recientemente han abandonado una organización considera que su ex-empresa podría haber hecho algo más al respecto.
Y ya que estamos hablando de datos, podemos hacer referencia también a los motivos principales por los que los trabajadores suelen abandonar su organización. Parece obvio que, en la mayoría de los casos, la empresa podría haber actuado de alguna manera.

Y para finalizar, la pregunta del millón; ¿Tiene sentido hacer una entrevista de salida cuando se trata de un despido? La verdad es que igualmente puede ser conveniente por el hecho de facilitarnos información muy útil e interesante sobre la experiencia del trabajador. No obstante, todo dependerá de las formas en las que haya concluido esa relación laboral (no es lo mismo una finalización de contrato que, por ejemplo, un despido disciplinario) y siempre teniendo en cuenta que se trata de algo voluntario, es decir, en ningún momento podemos obligar a una persona que va a salir de la empresa a realizar esta entrevista, por muy relevante que nos pueda parecer su punto de vista.
Así pues, y en conclusión, las entrevistas de salida son una herramienta poderosa si se usan bien, pero podrían tener un efecto contrario al perseguido si no se plantean de un modo adecuado y coherente con la estrategia de gestión del talento de la empresa.
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Profesor del área de Recursos Humanos y Liderazgo en SEAS, Estudios Superiores Abiertos, centro de formación online del Grupo San Valero. Puedes visitar su perfil en LinkedIn.