Seguro que en más de una ocasión has oído hablar de la energía térmica, pero no estás seguro de en qué consiste exactamente. Por ello, y porque es uno de los tipos de energía con más aplicaciones, en este artículo de SEAS te contamos en qué consiste y cuáles son sus principales características. ¡Sigue leyendo!
¿Qué es la energía térmica?
La energía térmica es la energía interna de un sistema derivada del movimiento de las partículas que componen la materia. Este movimiento se manifiesta como calor, y la cantidad de energía térmica en un objeto depende de su temperatura y de su masa. Cuando las partículas de una sustancia se mueven rápidamente, el objeto tiene una mayor energía térmica, lo que se traduce en una temperatura más alta. A medida que la temperatura de un objeto aumenta, la energía térmica acumulada en sus partículas también lo hace.
Además, la energía térmica es transferida entre sistemas por tres mecanismos: conducción, convección y radiación. En la conducción, el calor se transfiere por contacto directo entre partículas; en la convección, el calor se mueve a través de un fluido (líquido o gas); y en la radiación, el calor se transfiere mediante ondas electromagnéticas, como la luz visible o los rayos infrarrojos. Este tipo de energía es aprovechada en la industria y en procesos domésticos para realizar trabajos como calentar agua, cocer alimentos o generar electricidad.
Características de la energía térmica
En cuanto a las características de la energía térmica, esta son las principales:
- Transferencia de calor: la energía térmica siempre se mueve de un objeto con mayor temperatura a otro con menor temperatura, hasta que ambos alcanzan un equilibrio térmico. Este proceso se denomina flujo de calor.
- Dependencia de la masa y temperatura: la cantidad de energía térmica de un objeto depende directamente de su masa y de su temperatura. Cuanto mayor sea la masa y la temperatura de un objeto, mayor será su energía térmica.
- Conversión en otras formas de energía: la energía térmica se puede convertir en otras formas de energía, como energía mecánica o eléctrica. Un ejemplo de esto es el uso de turbinas en plantas térmicas, donde el calor se convierte en energía mecánica para generar electricidad.
- Uso en procesos industriales: este tipo de energía es fundamental en muchas industrias, como la metalurgia, la fabricación de productos químicos, la generación de energía eléctrica y la calefacción. En todas estas áreas, el calor es utilizado para facilitar reacciones químicas, fundir materiales o generar vapor para mover máquinas.
- Renovabilidad: aunque la energía térmica en sí no es una fuente renovable, se puede aprovechar de manera sostenible mediante fuentes de energía renovables, como la energía solar térmica o la geotermia, que utilizan el calor del sol o el calor interno de la Tierra para generar energía.
En resumen, la energía térmica es un recurso esencial tanto en la naturaleza como en las actividades humanas. Su capacidad para ser convertida en otras formas de energía y su importancia en múltiples sectores industriales la convierten en una pieza clave para el desarrollo y la sostenibilidad. Además, si te interesa el mundo de la energía, seguro que quieres hacer el Máster de Formación Permanente en Energías Renovables de SEAS. ¡Infórmate sin compromiso!
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