Existen distintos tipos de mantenimiento industrial, cada uno con una función específica y adecuado para diferentes contextos y necesidades. Conocerlos nos permite tomar decisiones más acertadas y diseñar una estrategia de mantenimiento equilibrada, que combine prevención, optimización de recursos y respuesta rápida ante imprevistos. En este artículo de SEAS te contamos cuáles son los principales con algunos ejemplos. ¡Vamos allá!
Mantenimiento correctivo
Este tipo de mantenimiento industrial se realiza cuando el equipo ya ha fallado. Su objetivo es reparar o sustituir la parte defectuosa para que la máquina vuelva a funcionar.
Es el más básico y reactivo, ya que no se interviene hasta que ocurre el problema. Aunque es inevitable en ciertos casos, depender exclusivamente del mantenimiento correctivo puede suponer un riesgo elevado de paradas no planificadas y costes imprevistos.
Por ejemplo, un motor eléctrico deja de funcionar por una avería en los rodamientos. El equipo de mantenimiento acude, sustituye las piezas dañadas y pone de nuevo el motor en marcha.
Mantenimiento preventivo
El mantenimiento preventivo consiste en intervenciones planificadas y periódicas para evitar fallos antes de que ocurran. Se basa en la experiencia, las recomendaciones del fabricante y el historial del equipo.
Este tipo de mantenimiento industrial permite alargar la vida útil de los activos, reducir fallos inesperados y planificar mejor los recursos. Sin embargo, si no se ajusta adecuadamente, puede generar intervenciones innecesarias.
Por ejemplo, cambiar el aceite de una reductora cada 2.000 horas de funcionamiento, revisar el apriete de tornillos o sustituir filtros cada tres meses.
Mantenimiento predictivo
A diferencia del preventivo, el mantenimiento predictivo se basa en el estado real del equipo, no en un calendario. Se utilizan tecnologías como sensores, análisis de vibraciones, termografía o ultrasonidos para anticipar fallos con mayor precisión.
Este tipo de mantenimiento reduce costes al intervenir solo cuando es necesario, y mejora la fiabilidad de los equipos. Además, requiere inversión en tecnología y personal cualificado, pero sus beneficios a medio plazo son muy grandes.
Por ejemplo, monitorizar la temperatura de un cojinete y programar su sustitución cuando detectamos un aumento anormal, antes de que falle.
Mantenimiento proactivo
El mantenimiento proactivo va un paso más allá del predictivo. Su enfoque es identificar y eliminar las causas raíz de los fallos para evitar que se repitan. Se apoya en metodologías como el análisis de causa raíz (RCA) o el mantenimiento centrado en la fiabilidad (RCM).
Este tipo de mantenimiento requiere un enfoque analítico, trabajo en equipo y compromiso con la mejora continua. El objetivo es reducir de forma estructural la necesidad de mantenimiento correctivo.
Por ejemplo, si un compresor presenta fallos frecuentes en los retenes, no nos limitamos a cambiarlos. Investigamos si el problema está en el montaje, la lubricación o el diseño y corregimos la causa original.
Mantenimiento autónomo
Para terminar, otro de los tipos de mantenimiento industrial es el mantenimiento autónomo, que implica a los propios operarios de producción en tareas básicas de mantenimiento, como limpieza, inspección visual, lubricación o ajuste.
Este enfoque forma parte de la metodología TPM (Total Productive Maintenance) y busca aumentar el conocimiento de los operarios sobre sus máquinas, detectar problemas desde el primer momento y liberar al personal técnico de tareas rutinarias.
Por ejemplo, en una línea de envasado, los operarios revisan a diario el estado de los sensores y realizan pequeñas correcciones sin necesidad de llamar al técnico.
En conclusión, cada tipo de mantenimiento industrial tiene su lugar dentro de una estrategia industrial completa. Combinarlos de forma inteligente nos permite reducir costes, evitar paradas y aumentar la vida útil de los equipos. Además, si quieres seguir profundizando en este tema, probablemente te guste el Máster de Formación Permanente en Mantenimiento Industrial de SEAS. ¡Infórmate sin compromiso!
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